Me felicitan los de Infojobs con
un correo lleno de globos, el banco me dice que hoy me está permitido dormir un
poco más, darme un capricho, mirar el móvil cada cinco minutos por si llama
quien espero que lo haga, pedir un deseo y que se cumpla, y por supuesto
permitido quitarse años (Lo he hecho todo) Se acuerda de mí Ikea Family y me
envía un menú gratis en su restaurante, Yves Rocher un regalico si me paso por
la tienda, Promod, Groupalia; hasta Meetic me regala un mes gratis si compro un
pase…Si seriespepito.com me envía una felicitación, lo peto todo, os lo juro
por Jesse Pinkman.
Todo eso de las felicitaciones
rápidas vía correo electrónico está muy bien, ellos hacen lo que tienen que
hacer: marketing puro y duro, es más chulo que las amistades virtuales te hagan
llegar mensajes de cariño y buenísimos deseos, porque me consta que todas y cada
una de ellas lo desea de corazón…Son estas amistades con las que te ves en red
a diario, charlas en privado o por esos
muros de dios, pasas momentos divertidos, irónicos y de mearse toda.
A lo mejor me pongo muy
nostálgica en diciembre, pero, echo de menos las voces al teléfono, (aunque ya
me han llamado tres amig@s) los besos que se dan, los de verdad, el contacto, y
las cartas manuscritas, ¡por los dioses del Aventino!, sobre todo las cartas;
ya no llega ni una. También echo de menos que llamen al telefonillo, como cuando
éramos críos, y te pregunten si puedes bajar a la calle a jugar un rato.
Sé que es diciembre cuando hace
frío en la calle y me da por buscar comedias ligeras. El domingo por la tarde,
tras la entrega de mis deberes en el curso online, me puse a ver una película
tonta, pero como sale Julianne Moore, y esa mujer me fascina, la vi…Como digo,
era una comedia…sí, de reírse mucho (no) pero cuando vi el personaje de
Julianne abriendo un armario en plano general y mirando hacia su interior, me
emocioné. Yo no sabía cuál era su historia ni qué había ahí dentro, eso lo
cuenta después…pero ese plano y su gesto ya me mostraba la pena intensa que
sufría esa mujer. Son pequeños detalles de las películas que me hacen sentir de
una manera profunda. Como cuando en "Amantes" de Aranda, el personaje de Maribel
Verdú le dice al soldado Jorge Sanz tras agasajarlo con unas buenas viandas: Lo he hecho para ti…y el gesto de su rostro
acompaña las palabras y no ves a la actriz nunca más, ves a una pobre chica de
pueblo enamorada, sin artificios.
Me fijo mucho en los detalles, en
la ficción y en el día a día. En mi realidad, busco lo poco común. Me gusta sorprender y que me sorprendan; a estas
alturas de la vida me considero “algo” creativa, y mientras tramo alguna cosa
que sé que va a ser algo especial y único, disfruto muchísimo más creándolo de
la nada que recibiendo un regalo (¿será por eso que ya casi nadie me regala
nada?)…y soy de las que dan mucho valor a las cosas artesanas, por eso todavía
regalo cosas hechas con mis manos. Me gustan los detalles porque antes los
tengo yo. Me gusta cuando no espero nada, y de repente, ocurre algo chulo. Me gusta.
Es diciembre, y comienza mi bajón
anual.
Tal día como hoy (11) a las 20:13h nacía yo a la vera de una higuera. Fui
pesada por mi abuelo con una romana, metida en un capazo, ante la atenta mirada
de María la comadrona que asistió mi alumbramiento. ¿Se puede ser más de campo?
Pues sí, de no haber cambiado mi lugar de residencia lo sería muchísimo más.
Hoy, subo de nivel. Por ahora no
noto nada, excepto que el pastel enorme que me he comido no me ha sentado muy
bien. Eso me pasa por comer como si no hubiera un mañana.
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Estos son los que no se callan, y me encanta que así sea