Hoy, no sé por qué, he recordado a Álex, y la quiero compartir con vosotr@s.
No será la única, iré colgando mis pareceres sobre libros que leo, porque no son reseñas al uso, escribo lo que me transmite la historia y poco más.
TODAS LAS CHICAS
BESAN CON LOS OJOS CERRADOS, de Enric Pardo con prólogo de Berto Romero
Y bien, ¿qué tenemos aquí? ¿una novela romántica? No, desde
luego; es más bien la certeza absoluta de que los hombres no pasan de todo, que
tienen sus comeduras de cabeza como
nosotras. No de igual forma, pero ellos sufren también aunque muchos nunca demuestren tal cosa. Por eso me decidí a leerla; quería comprobar qué
tienen en la cabeza los tíos que cuesta tanto entenderlos o estar en su misma
onda.
Y de verdad, no pude parar, como me pasa con las series a
las que soy adicta. Durante cuatro horas permanecí ausente de los problemas a los
que me enfrento cada día como parada de larga duración. Unas horas en las que
me divertí mucho viendo por un agujerito lo que les pasa a los chicos en esa
franja peligrosa -y muchas veces autodestructiva-, de los 30 a los 40 años.
Yo, si fuera hombre, estaría hasta el gorro de que cada vez que
no me atrevo con algo se me nombrara a Peter Pan, la verdad. Creo que tanto hombres como mujeres no deberíamos perder esa inocencia. ¡Ojalá se
mantuviera intacta! Si no soñamos, si no
nos ilusionamos, cómo decir entonces que estamos vivos. Es una
cutre realidad.
El amor lo mueve todo, esa es la conclusión a la que llegué
hace tiempo. A mí me mueve, y lo digo abiertamente. Algunos ni lo conocerán a lo largo de sus vidas,
otros pasarán de puntillas o no se atreverán. La sensación grandiosa de mirar a
los ojos de esa persona especial y
sentir la inmensidad no tiene parecidos con nada. Con nada.
Que el hombre por
naturaleza es infiel, que quiere lo que no tiene, que le asusta un océano y por
eso prefiere quedarse en la tranquilidad de un riachuelo, que la grandeza le acojona, todo eso es así…para
algunos. Cada uno buscamos el equilibrio de la mejor forma, unos logran ser felices sin
emparejarse, lo cual está bien. No hay normas, las vamos escribiendo conforme ocurren en nuestras
vidas una serie de acontecimientos. A las mujeres se nos complica más por
nuestro reloj maldito, ¡cuánto daño ha hecho el personaje que se lo inventó!, que
nos marca una caducidad como mujeres
cuando tengo la convicción que nada tiene que ver con la fecha de
nacimiento.
Álex es un inconformista que acierta, hace el 'monguer', se equivoca, sigue, se cae, sigue. Le ha
costado dar con la solución, pero nosotros lo celebramos desde el otro lado del papel, aplaudimos ese comienzo, la siguiente página
de su libro. No hay que pararse, hay que vivir los momentos, el ahora, pues el
futuro es ilusorio. De nosotros depende cómo se va escribiendo nuestra historia, aunque algunas veces nos pongan muchas trabas y cueste.
Cuando dos personas se encuentran y entre ellas nace una complicidad, existe una conexión, el deseo, incluso el amor, no deberían supeditarse a datos externos de fechas o prejuicios de clase. Tienen la importante misión de dejar
fluir en libertad absoluta todos aquellos sentimientos que nazcan de ese
encuentro. ¡Qué narices, han de vivir
esa historia! Sólo así se es consecuente y honesto con uno mismo.
Estoy de acuerdo con Enric Pardo que la receta para el amor
es saber perdonar, pero no sólo a la otra persona si nos ha herido. Perdonarnos
a nosotros mismos es fundamental para vaciar la mochila de lo malo y tenerla
preparada para albergar todo lo bueno que la vida nos depara. Que las oportunidades
están ahí, y nunca se sabe lo que va a ocurrir mañana ni a quién vas a encontrar.
“Lo que vengo a decir en la novela es que las chicas que besan con los ojos cerrados y que se regalan, que lo dan todo en una relación, son las que creo que valen la pena.” E.PardoGracias Enric, por darte cuenta y contarlo.
Musetta - 16 diciembre 2012
Tú, como yo, besamos con los ojos cerrados.
ResponderEliminar¡Brillante!
impresionante
ResponderEliminarMuy bueno!. Igual cuando dejemos de amarnos sin prejuicios, entre personas, sin ese las mujeres son..., los hombres son....mirando al que tienes delante, olvidando que una vez conociste a alguien que te hizo daño, uno que era...pero que todos no son...
ResponderEliminarIgual cuando tod@s besemos con los ojos cerrados...
Y como me contesta mi pareja cuando quiero picarle y le digo:
- cariño, es que todos los hombres sois iguales...
- si, mi amor, unos más iguales que otros!
Muy bueno, aunque a veces los prejuicios son útiles, sobre todo cuando quiero encontrar MI cepillo de dientes
ResponderEliminarLo del cepillo de dientes es innegociable. ;)
ResponderEliminarBesamos como amamos, con los ojos cerrados
ResponderEliminarMe recomendaste tu esta maravilla de novela y me encantó...
ResponderEliminarMe alegro mucho, mucho que la leyeras de la misma manera que yo. Tendré que volver a ella otra vez. Se ha convertido en mi Alta fidelidad...seguiré viendo la película y leyendo a Enric cuando lo necesite.
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